Un cura va conduciendo cuando ve a una monja parada a un lado de la carretera, esperando el autobus.
El cura se detiene y se ofrece a llevarla el pueblo más cercano. La monja acpeta y coloca su equipaje en el asiento trasero del coche del cura.
Al sentarse, su habito se abre y deja ver una hermosa y suave pierna.
Cuando el cura se da cuenta de esto, pierde el control del coche y casi tienen un accidente, y aunque consigue controlar el coche, no resiste la tentación y pone la mano en la pierna de ella.
La monja mira al cura y le dice:
- Recuerde padre el Salmo 129...
El cura pide disculpas rapidamente y retira su mano, pero sus ojos resisten a dejar de mirar la pierna, y poco despues, su mano salta de nuevo de la palanca de cambios a la rodilla de la monja....
- El Salmo 129, PAdre, no se olvide. -reitera la monja-.
El cura, contrariado, retira la mano y trata de disculparse....
- La carne del debil, hermana...
Llegan a su destino y ella mira la cura significativamente y le agradece el favor de haberla acercado a su destino.
El cura prosigue su viaje y cuando llega al final de su viaje, va corriendo para saber que dice el Salmo 129...
Salmo 129: "Sigue adelante e intentalo. Alcanzarás sin duda, la Gloria"
Escrito por Depende a las 6 de Mayo 2005 a las 10:54 PMESPERO TE GUSTE JAJAJAJA
Escrito por ROSA BURGOS a las 13 de Enero 2006 a las 05:05 AM