Yo solo pensaba sacar otro saque como otro cualquiera. Solamente me centre más de lo habitual en la pista. Levanté la bola, y dejé ir mi brazo izquierdo hasta que chocase en el aire con la bola.
Saque directo. Ace. El otro jugador no es capaz casi ni de ver la bola. Es normal, a cualquiera le pasaría lo mismo. Mi sorpresa es que me doy la vuelta, miro el marcador de velocidad de suelo de la pista y ahí está la cuestión: 213 Km/h.
Lo cierto es que normalmente saco entre 180 y 194 km/h (lo máximo que habia sacado hasta entonces), pero cuando pasé de 200, pensaba que estaba mal. Más tarde, me demostraron que no estaba mal, porque probraron el marcador con una maquina que lanza bolas a diferentes velocidades y siempre que ponian un velocidad de lanzamiento, el cuentakilometros marcaba exactamente la misma.
Escrito por Depende a las 8 de Febrero 2005 a las 05:26 PM