depende...(Viajando a Boston...)

PRINCESA POR SORPRESA: los detalles de la boda

La corresponsal de Depende en Madrid informa:
Con motivo de la celebración de "tamaño acontecimiento" en la historia de nuestro país (la boda real, digo), se han producido una serie de molestias a los ciudadanos. A los indigentes se les ha invitado cortésmente, por supuesto, a cambiar de residencia temporalmente, pero no al Rich y al Palace como a los invitados de verdad, sino al albergue más cercano, o más lejano a poder ser, porque los decoradores los consideran taaaaaan antiestéticos.

Claro que lo que no es antiestético son las banderitas patrioteras en los balcones y los miles de abanicos a juego con no se sabe qué. Al paso que van más les valía haber hecho paraguas, porque va a llover!!! Diecisiete años hace que no llueve en Madrid un 22 de mayo, si es que hay que ser gafe...

Pero eso no es todo, cortes de metro (que me dejen un burro de esos que les han regalado para ir a la facultad), controles en las carreteras (con el consiguiente atasco), hasta un grupo de expertos patrullan las alcantarillas desde hace una semana (que digo yo que ese trabajo no será vocacional, ¿no?porque vaya ascazo!).

¡Ante todo no reparamos en gastos! Que los novios quieren flores por todo el recorrido oficial, sus deseos son mis impuestos. Como se casan de gratis, puestos a pedir... Claro que si yo me pongo a pedir, pues casi que no acabamos, digo!

Pero lo importante es que esta boda nos enriquece como personas. Nos hacen falta momentos como éste para ir a ver las luces nuevas que han puesto en el recorrido (total, los monumentos que hay de paso han estado ahí toda la vida, no son una novedad y por tanto no tienen ningún tipo de interés) y colapsar el centro. Claro que ahora que lo pienso... si la boda es por la mañana, para qué tanta lucecita? Y nos hacen falta momentos como éste para tener algo de que hablar mientras tomamos el pincho de tortilla, y para ir a la peluquería por si acaso nos sacan en la tele, aunque estemos en decimoquinta fila.

Pero sobre todo, yo no sé cómo hemos vivido hasta ahora sin soñar que "cualquiera" puede ser princesa de cuento de hadas. Claro que se nos adelantó la Leti... qué espabilada la tía.